Una vez el bebé cumple con los requisitos y nos decidimos a ofrecer comida por primera vez, aparecen muchas dudas. Sobre lo que puede comer, lo que no, como presentar los alimentos, cómo evitar las alergias o los atragantamientos. La gente suele obsesionarse con las recetas BLW, cuando lo verdaderamente útil es entender las necesidades y precauciones a tener en cuenta.
En este artículo os cuento unas directrices generales pensadas para cumplir una serie de objetivos: respetar el ritmo del bebé, preservar sus instintos y su percepción del hambre y la saciedad, alentar su autonomía, propiciar la aceptación de todos los sabores a parte del dulce y el salado, fundamentar una cultura alimentaria saludable, reducir las manías alimentarias y las asociaciones emocionales perniciosas, evitar riesgos de atragantamiento e intoxicación y asegurar un aporte adecuado de nutrientes.
Sobre los lácteos en BLW
Este tema suele crear mucha confusión. La experiencia de generaciones anteriores choca con las recomendaciones actuales sobre lactancia materna y las necesidades de los bebés chocan con los intereses de la industria alimentaria.
Como siempre, la lactancia materna es la mejor y más segura y si no destetamos precozmente y dejamos que la naturaleza siga su curso, tenemos la tranquilidad de saber que nuestro hijo no va a necesitar jamás otro lácteo que no sea la leche materna.
Pero la realidad es que la mayoría de criaturas hoy en día no son amamantadas a demanda hasta que se destetan solas. La inmensa mayoría dejará de tener acceso al pecho mucho antes de que sus necesidades de leche hayan acabado así que la mayoría de cuidadores tendrá que decidir qué lácteos y cuantos ofrece.
Hasta el año, primero la leche
Los bebés han de ser lactantes exclusivos al menos 4 meses, idealmente 6 meses y hasta el año, la leche será su la principal fuente de nutrientes, lo que nos garantice que no va a desnutrirse aunque pase meses sin apenas comer. Por lo tanto, hemos de asegurar que toma suficiente. Si llenamos su pequeño estómago con comida que no va poder digerir demasiado bien, estamos dificultando su nutrición. Por este motivo siempre es mejor ofrecer pecho o biberón antes de la comida. Se puede ofrecer de nuevo de postre. A partir del año la cosa ya se relaja pero al principio es importante recordarlo.
En los bebés no amamantados, es lo mismo. La lactancia sigue siendo prioritaria y a demanda. Lo ideal es seguir con leche de inicio (tipo 1) pero si la economía familiar necesita un desahogo, cuando empezamos a dar otros alimentos podemos pasar a leche de continuación (tipo 2).
Esto puede chocar con lo que hayáis oído en la consulta de pediatría. Todavía es común escuchar eso de “la teta de postre”. Es una postura desactualizada. De hecho ya la guía Recomendaciones sobre lactancia materna del Comité de Lactancia Materna de la Asociación Española de Pediatría del 2012 decían que la alimentación complementaria “complementan la alimentación básica del lactante que sigue siendo la leche materna, por eso se recomienda ofrecerlos tras la toma del pecho hasta alrededor del año de edad.»
Los lácteos más allá del año.
Todos los organismos oficiales recomiendan mantener la lactancia materna como un alimento más en una dieta sana hasta los 2 años como mínimo y como máximo hasta que madre y niño deseen. En las criaturas amamantadas hasta que se destetan naturalmente no hay ninguna necesidad de incluir lácteos de ningún otro tipo en su dieta.
En los bebés no amamantados a partir del año, es mejor no dar lácteos adaptados y pasar a los normales (ya sea como leche, yogur o queso, pero enteros y sin azúcares ni sal añadidos). Aunque podéis ver publicidad de las llamadas leches de crecimiento (tipo 3), éstas no aportan ninguna ventaja económica ni nutricional. No hay una recomendación oficial basada en evidencia sólida de qué cantidad de lácteos necesita un bebé no amamantado de más de un año pero se suele hablar de unos 500ml hasta los 2 años.
Lácteos innecesarios
Pero aquí hemos hablado de cómo se deben cubrir las necesidades de lácteos de los bebés. Pero también se pueden consumir lácteos por placer, no para cubrir necesidades. Teniendo cubiertas sus necesidades con leche materna o de inicio o formas nutricionalmente óptimas de lácteos, qué otros lácteos podemos dar?
A partir del incio de la alimentación complementaria podemos ofrecer pequeñas cantidades de lácteos normales pero debemos vigilar que no desplacen tomas de leche materna (o de tipo 1 o 2) y tener en cuenta que son alimentos indigestos, muy ricos en proteínas y grasas saturadas y muy procesados que a menudo llevan demasiado azúcar o sal. Hasta los 9 meses deberían ser aportes anecdóticos (por ejemplo, no tenemos que agobiarnos si quiere probar una croqueta porque lleve bechamel que se hace con leche o si quiere lamer una cuchara manchada de yogur). A partir de los 9 o 10 meses se pueden introducir raciones pequeñas de lácteos suaves (leche entera pura, yogur natural, queso fresco sin sal).
Hasta al menos los 3 años, todas las criaturas que coman lácteos deberían dar prioridad a aquellos más nutritivos y seguros: mejor si son ecológicos y enteros, pueden ser de vaca o cabra. La leche mejor si es normal (sin cacao ni vainilla ni cereales ni azúcar) Los yogures mejor si no son pasteurizados y si son naturales (sin azúcar ni fruta ni nada). Los quesos, mejor que no se hayan hecho con leche cruda y que sean pobres en sal.
También existe la opción de no tomar ningún lácteo a partir del año, pero entonces vale la pena hacer un estudio personalizado para asegurar que el bebé recibirá los nutrientes que suelen aportar los lácteos de otras fuentes.
No ofrecer alimentos que no le convienen
Ya sea por su naturaleza, presentación o preparación. También es importante tener presente cuándo pueden introducirse i en qué cantidades.null
Sal
Muy importante evitarla hasta el año. Muy recomendable evitarla al menos hasta los 3 años. Ideal moderar mucho su consumo durante toda la vida.
En los menores de un año, el consumo de sal puede ser muy peligroso ya que, al contrario que los adultos, los lactantes no tienen sistema de excreción de sodio sino que modulan su absorción.
Aunque su sistema renal empieza a poder enfrentar el exceso de sodio hacia el año, sigue siendo muy recomendable evitar la sal en los menores de 3 años (1000 días) para evitar que se establezca la costumbre de abusar de la sal. Este es un muy mal hábito en el que es muy fácil caer porque estamos programados para desear el sabor salado. El problema es que en este mundo industrializado es ridículamente fácil acceder a la sal. Por este motivo, la tendencia actual es superar con creces lo recomendado de la OMS (hasta 2 gr/día de sodio o 5 gramos de sal para los mayores de 12 años)[efn_note]Sodium intake for adults and children: Guideline – OMS 2012[/efn_note].
Un exceso de sal en la dieta implica que esa persona tenga tendencia a aumentar su tensión arterial y también va a suponer un desajuste en la disponibilidad del agua. La reducción de sodio en la dieta se considera una de las medidas más costoefectivas que se pueden implementar para mejorar la salud de la población. Acostumbrar a los bebés a una dieta sin sal es una inversión de futuro.[efn_note]Zalewski BM, Patro B, Veldhorst M, Kouwenhoven S, Crespo Escobar P, Calvo Lerma J, Koletzko B, van Goudoever JB, Szajewska H. Nutrition of infants and young children (one to three years) and its effect on later health: A systematic review of current recommendations (EarlyNutrition project). Crit Rev Food Sci Nutr. 2017 Feb 11;57(3):489-500.[/efn_note] [efn_note]Complementary Feeding: A Commentary by the ESPGHAN Committee on Nutrition – ESPGHAN 2017[/efn_note] [efn_note]Mennella JA. Ontogeny of taste preferences: basic biology and implications for health. Am J Clin Nutr. 2014 Mar;99(3):704S-11S. doi: 10.3945/ajcn.113.067694. Epub 2014 Jan 22.[/efn_note]
En el caso de los niños menores de 12 años, la ingesta máxima debería ser algo proporcional a lo que recomienda la OMS para los adultos. La AEPED ha propuesto concretamente:
- Hasta los 12 meses: menos de 1 g de sal al día (menos de 0,4 g de sodio)
- De 1 a 3 años: 2 g/día (0,8 g de sodio).
Para cumplir estas recomendaciones es importante cocinar sin sal, no añadirla y evitar los alimentos con sal añadida hasta el año y, hasta por lo menos los 3 años, cocinar sin o con poca sal, no añadirla, hacer de los alimentos procesados ricos en sal algo puntual. Recordad que los embutidos, quesos y el pan son muy ricos en sal. null
Azúcar y los alimentos ricos en azúcares libres
Muy importante hasta los 3 años, deseable durante toda la vida.[efn_note]ESPGHAN Committee on Nutrition: Fidler Mis N, Braegger C, Bronsky J, Campoy C, Domellöf M, Embleton ND, Hojsak I, Hulst J, Indrio F, Lapillonne A, Mihatsch W, Molgaard C, Vora R, Fewtrell M. Sugar in Infants, Children and Adolescents: A Position Paper of the European Society for Paediatric Gastroenterology, Hepatology and Nutrition Committee on Nutrition. J Pediatr Gastroenterol Nutr. 2017 Dec;65(6):681-696. doi: 10.1097/MPG.0000000000001733.[/efn_note] [efn_note] Zalewski BM, Patro B, Veldhorst M, Kouwenhoven S, Crespo Escobar P, Calvo Lerma J, Koletzko B, van Goudoever JB, Szajewska H. Nutrition of infants and young children (one to three years) and its effect on later health: A systematic review of current recommendations (EarlyNutrition project). Crit Rev Food Sci Nutr. 2017 Feb 11;57(3):489-500.[/efn_note]
Ya sea porque se los han añadido o porque los llevan naturalmente, como en el caso de los zumos. Es necesario consultar la tabla nutricional de la etiqueta, no sólo la lista de ingredientes, para saber cuánto azúcar lleva un alimento ya que hay alimentos que son extramadamente ricos en azúcares de forma natural (como la miel o los dátiles) y otros que se pueden someter a procesos que los haga más ricos en azúcares aunque no se les añadan (como la dextrinació o hidrolización de cereales que vemos en tantos preparados para bebés). El azúcar favorece la obesidad, la diabetes y las caries, desplaza otros alimentos ricos en nutrientes y altera el desarrollo normal del gusto por los sabores y alimentos.
La mayoría de bebés de un año en europa ingiere el equivalente a 16 azucarillos cada día.[efn_note]Pawellek I, Grote V, Theurich M, Closa-Monasterolo R, Stolarczyk A, Verduci E, Xhonneux A, Koletzko B. Factors associated with sugar intake and sugar sources in European children from 1 to 8 years of age. Eur J Clin Nutr. 2017 Jan;71(1):25-32. doi: 10.1038/ejcn.2016.206. Epub 2016 Nov 9.[/efn_note]
Miel
Muy importante hasta el año por riesgo de botulismo. Y hasta los 3 años por ser un alimento rico en azúcar (casi un 80%)
El Botulismo es una enfermedad neurológica potencialmente mortal, aunque rara y tratable, causada por la toxina botulínica (la misma que se usa en el bótox para las arrugas) que libera un microorganismo formador de esporas llamado Clostridium botulinum. Es más común en bebés entre 6 semanas y 6 meses aunque se puede ver también en bebés más pequeños y de hasta un año.
Aunque la miel no es la única fuente de contagio de botulismo, es una de las más conocidas por lo cual se recomienda evitarla hasta el año de edad.[efn_note] López-Laso E, Roncero-Sánchez-Cano I, Arce-Portillo E, Ley-Martos M, Aguirre-Rodríguez J, García-Ron A, Mora-Navarro D, Méndez-García M, Camino-León R. Infant botulism in Andalusia (Southern Spain). Eur J Paediatr Neurol. 2014 May;18(3):321-6. doi: 10.1016/j.ejpn.2013.12.008. Epub 2014 Jan 15.[/efn_note] [efn_note]Wikström S, Holst E. Infant botulism – why honey should be avoided for children up to one year. Lakartidningen. 2017 Jul 24;114. pii: ELMF.[/efn_note] [efn_note]Informe del Comité Científico de la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN) sobre el botulismo infantil – AESAN 2011[/efn_note]
Alimentos procesados
Muy importante hasta los 3 años, deseable durante toda la vida.
Platos preparados, precocinados, embutidos, conservas, snacs, salsas, alimentos para bebés y niños, pizzas, zumos, bollería, carnes elaboradas, conservas, etc… Suelen pecar de ser pobres en nutrientes y demasiado ricos en sal, azúcar, aditivos y grasas de mala calidad, todas cosas a evitar[efn_note]Zalewski BM, Patro B, Veldhorst M, Kouwenhoven S, Crespo Escobar P, Calvo Lerma J, Koletzko B, van Goudoever JB, Szajewska H. Nutrition of infants and young children (one to three years) and its effect on later health: A systematic review of current recommendations (EarlyNutrition project). Crit Rev Food Sci Nutr. 2017 Feb 11;57(3):489-500.[/efn_note]
De hecho, el 80% de esos azúcares libres que los niños consumen en exceso provienen de los lácteos, concentrados de frutas y bebidas azucaradas[efn_note]Pawellek I, Grote V, Theurich M, Closa-Monasterolo R, Stolarczyk A, Verduci E, Xhonneux A, Koletzko B. Factors associated with sugar intake and sugar sources in European children from 1 to 8 years of age. Eur J Clin Nutr. 2017 Jan;71(1):25-32. doi: 10.1038/ejcn.2016.206. Epub 2016 Nov 9.[/efn_note] (los tres, alimentos procesados). Además hay una relación inversamente proporcional en la cantidad de alimentos enteros y procesados que se consumen y una dieta más pobre en alimentos procesados favorece una dieta más rica en frutas y verduras [efn_note]Foterek K, Hilbig A, Alexy U. Associations between commercial complementary food consumption and fruit and vegetable intake in children. Results of the DONALD study. Appetite 2015;85:84–90.[/efn_note]. Un estudio inglés no encontró relación directamente proporcional entre una mayor cantidad de frutas y verduras a los 6 meses respecto a los 7 años cuando no se tenía en cuenta la preparación de alimentos. En cambio, al meter la preparación en la ecuación, el mismo estudio observó que si las frutas eran crudas y las verduras caseras, una mayor exposición a los 6 meses sí que se relacionaba con una mayor aceptación a los 7 años.[efn_note]Coulthard H, Harris G, Emmett P. Long-term consequences of early fruit and vegetable feeding practices in the United Kingdom. Public Health Nutr. 2010;13:2044–51.[/efn_note]. Se sabe además que las comidas para bebés caseras favorecen una mejor cultura alimentaria y reducen el riesgo de obesidad [efn_note]E Mok, C A Vanstone, S Gallo, P Li, E Constantin y H A Weiler. Diet diversity, growth and adiposity in healthy breastfed infants fed homemade complementary foods. Int J Obes (Lond). 2017 May;41(5):776-782. doi: 10.1038/ijo.2017.37. Epub 2017 Feb 6. [/efn_note]
Acelgas, espinacas y remolachas
Espinacas, acelgas, lechuga, apio, remolacha tienen altos nivelesde nitratos. Los nitratos se encuentran de manera natural en los vegetales y en sí son relativamente poco tóxicos pero una vez en el organismo son convertidos en nitritos en el cuerpo humano que, en altas concentraciones pueden originar metahemoglobinemia, un trastorno cuyo signo más característico es la cianosis (una coloración azulada alrededor de la boca y los dedos de manos y pies que ha originado el término “síndrome del bebé azul”).
Esta enfermedad afecta más a bebés y niños pequeños que consumen altas y regulares cantidades de vegetales ricos en nitratos. La cantidad de estas verduras que puede comer un bebé que hace BLW son irrisorias pero siempre se incluye en las advertencias y no voy a ser yo menos.
La recomendación oficial[efn_note]Recomendaciones de consumo por la presencia de nitratos en hortalizas[/efn_note] es: Hasta el año, mejor evitarlas o en caso de incluirlas, no pueden superar el 20% del contenido total del plato por día. Hasta los 3 no se debe superar una ración normal al día. A partir de los 3 años ya no suponen un problema y de hecho es recomendable que formen parte de la dieta habitual.
Alimentos marinos contaminados o infectados
Hay varias recomendaciones en base a la presencia de metales pesados, contaminantes orgánicos y anisakis y criterios ecologistas. Además, con las algas se añade el tema de los altos niveles de yodo (aunque sinceramente no creo que sea factible que un bebé se intoxique por yodo por comer algas) Resumiendo mucho, mi recomendación es, al menos hasta los 3 años, centrar el consumo de pescado en caballa, boquerón, sardina, anchoa, rape, bacalao y merluza, siempre congelados (ya sea ultracongelados o congelados en casa a -20ºC durante 7 días) o bien cocinados (el centro del pescado ha de permanecer a 60ºC durante al menos un minuto). Atención con las espinas.
La recomendación de evitar el pescado azul al principio, está obsoleta.
Algas
Importante hasta el año.
Las algas marinas tienen una gran cantidad de yodo, que puede alterar el equilibrio hormonal de los bebés. CITA
Ofrecer alimentos que sí le convienen
Agua
Gran parte de su hidratación provendrá de los alimentos y la lactancia pero en cuanto metemos otra cosa que leche en la dieta del bebé, debemos introducir también el agua. Es importante establecer una buena costumbre de hidratarse y para ello le iremos ofreciendo agua a lo largo del día. Ser creativo y variado con el tipo de recipiente en el que le ofrecemos el agua puede ayudar a que los bebés reticentes se animen más a beber.
Lo ideal es que el agua sea la única bebida que consuma el bebé. Las bebidas industriales, con azúcares o edulcorantes y/o con gas resultan perjudiciales. Los zumos, incluso los naturales y caseros, son demasiado ricos en azúcares. Los caldos pueden ser muy ricos en sal. Las bebidas poco nutritivas (infusiones, caldos, leches desnatadas y semidesnatadas se deben evitar durante el primer año ya que llenan el estómago sin aportar casi nada. Después del año se deben ofrecer con criterio teniendo en cuenta eso mismo: que llenan el estómago sin aportar calorías.
La recomendación más purista es ofrecer el agua en vaso desde el principio. En este caso deberemos ayudarlo con mucho cuidado de no forzarlo a tomar más de la que pueda gestionar e iremos cediendo el control del recipiente a medida que adquiera agilidad. E
También se pueden utilizar distintos recipientes de aprendizaje para aumentar su autonomía y reducir el estropicio. En este caso, deberíamos empezar utilizando un biberón o vaso de aprendizaje de pitorro con válvula (que hacen que deba sorber para sacar el agua). Cuando usamos tetinas debemos fijarnos en si su forma de mamar se vuelva dolorosa (esto se llama confusión tetina-pezón. Es raro que se produzca en bebés de más de 6 meses y más aún si se debe al uso de estas tetinas solamente para el agua, pero podría suceder).
Cuando el bebé ya tiene más soltura con el manejo de alimentos, se puede pasar a vasos 360º antivuelco (se bebe de ellos igual que en un vaso normal pero tienen una especie de tapa que impide que se derrame el agua). En algún momento se vuelve poco probable que derramen el agua y entonces es cuando hasta los más reticentes pasan al vaso normal. En cualquier caso o tipo de vaso es recomendable que tengan asas o formas que les faciliten el agarre.
Dieta nutritiva y variada
Dando prioridad a los vegetales (verduras, frutas, tubérculos, legumbres, cereales integrales ecológicos), con cantidades adecuadas de proteínas animales (con preferencia por las carnes y huevos ecológicos y los pescados azules pequeños) y suficientes grasas saludables y naturales: aceite de oliva, aceite de coco, frutos secos, aguacate, pescados azules).
Sigue ofreciendole lo que no le guste
Una exposición reiterada a alimentos aumenta las probabilidades de incorporarlos a la dieta habitual.[efn_note]Nicklaus S. The Role of Dietary Experience in the Development of Eating Behavior during the First Years of Life. Ann Nutr Metab. 2017;70(3):241-245. doi: 10.1159/000465532. Epub 2017 Mar 17.[/efn_note] Da igual si algo no le gusta o no le hace caso, es importante seguir ofreciendo todos los alimentos saludables (por supuesto, sin forzar). Comprobaréis que un buen día resultará que sí le gusta o sí lo quiere probar.
Mejorar los hábitos alimentarios de toda la familia
Recordemos que los niños aprenden del ejemplo, no del discurso. Ya puedes decirles que la verdura es muy sana que si no te ve comer verdura, de poco van a servir los datos. Hay pruebas que sugieren que la calidad de la comida que ofrecemos a los bebés al principio de la AC determina hasta qué punto asumirán esos alimentos como regulares. Un estudio encontró que la dieta que la madre llevaba durante el primer año de vida, determinaba los patrones de alimentación de los hijos más que la dieta que había llevado durante el embarazo.[efn_note] Ashman, A.M.; Collins, C.E.; Hure AJ, Jensen M, Oldmeadow C. Maternal diet during early childhood, but not pregnancy, predicts diet quality and fruit and vegetable acceptance in offspring. Matern. Child Nutr. 2016, 12, 579–590.[/efn_note]
Ofrecer los alimentos de la forma adecuada
Alimentos en forma de palito (finger food)
Sobretodo al principio, es importante dar los alimentos en formas óptimas. Las formas alargadas (finger food) son las más adecuadas. Suficientemente largo como para que si lo coge con el puño cerrado, sobresalga un trozo grande que pueda meter en su boca. Muchas personas creen intuitivamente que para evitar el riesgo de atragantamiento es mejor dar trozos pequeños. Esto no es así. Al principio sobretodo, es importante que los trozos sean suficientemente grandes para manejarlos con la mano y en la boca. Los trozos demasiado pequeños son más difíciles de mantener en la zona anterior de la cavidad oral y es más fácil introducir varios a la vez. Ambas cosas dificultan la gestión en una boca inexperta. Es importante que el niño tenga mucho control sobre lo que entra en su boca y la mejor forma de favorecer ese control es darle comidas en forma de palitos.
Respecto a los alimentos que no se pueden cortar en forma de dedos, como los cereales o legumbres, se pueden triturar y hacer una pasta que pueda moldearse pero también se puede simplemente esperar unas semanas hasta unos días o semanas hasta que los veamos más hábiles gestionando la comida en la boca (cuando las arcadas y toses se hacen menos comunes) y entonces simplemente dárselos en sus formas habituales y que los coman a puñados.
Respecto a los alimentos semilíquidos y líquidos, debéis tener claro que los niños que hacen BLW pueden comer sopas, cremas, purés, gachas e incluso papillas como una opción más de la oferta gastronómica, no está para nada reñido con el método BLW. Lo que pasa es que al principio, como no saben usar los cubierto y tiran por el suelo todo lo que hay en un recipiente, ofrecer comidas líquidas es un estropicio tremendo que muchos padres prefieren evitar. Se ha dicho además que las comidas muy líquidas, sobretodo al principio, pueden ser más difíciles de gestionar.
Cocinar los alimentos adecuadamente: sanos y blandos
- No añadir sal ni antes ni después de la cocción
- Si no sois de cocinar al vapor, ahora es el momento de convertiros en unos fans incondicionales de este método que cocina rápido, sano y sabroso.
- Las cocciones poco saludables (ahumados, carbonizados, fritos), que no sean algo habitual. Sobretodo al principio, cocinar suficientemente como para que los alimentos estén blandos pero no se deshagan.
- Dejar adecuadamente blandos los alimentos (si nosotros los podamos chafar con la lengua contra el paladar, ellos los podrán masticar con las encías). No es necesario dejarlos que se deshagan, es importante que experimenten variedad de texturas.
- Tened en cuenta que a los bebés, aunque se les puede satisfacer con sabores más sencillos y suaves que a los adultos, también hay que seducirlos con el paladar. Una judía tierna joven y jugosa, cocinada al vapor en su punto, aliñada con un aceite de oliva bueno aromatizado con orégano probablemente se acepte mejor que una judía vieja, leñosa y reseca, hervida hasta deshacerse y sin aliñar. null
Respetar el ritmo y autonomía del bebé
Lo mejor y más definitorio del método BLW es que respeta el ritmo, las necesidades y las capacidades del bebé.
Nunca, jamás, obligar a comer ni a beber al bebé
Es muy habitual que las expectativas de los adultos no cuadren con la realidad come el bebé. La cosa se agrava si el pediatra utiliza unas tablas de crecimiento obsoletas o si las interpreta de una forma demasiado cerrada. Hay niños más gordos y niños más delgados y hay niños con metabolismos más eficaces que otros y niños con más devoción por la comida que otros. Además, es habitual que dejen de comer cuando están enfermos (sin que eso sea un problema)
Obviamente hay niños que están desnutridos, que tienen una falta de apetito patológica y realmente necesitan comer más. Pero estos niños no necesitan que se les fuerce a comer. Necesitan que se diagnostique adecuadamente su problema y se solucione para que coman.
Existen muchas formas de forzar a los niños a comer:
- La fuerza: tapar la nariz y meter la cuchara cuando abre la boca para respirar o simplemente intentar meter la cuchara por la fuerza o por la insistencia.
- El soborno: «Si te comes lo del plato te daré una chuchería«. Sobretodo, no usar jamás la comida como premio.[efn_note]Complementary Feeding: A Commentary by the ESPGHAN Committee on Nutrition – ESPGHAN 2017[/efn_note]
- Las amenazas «Si no te comes lo del plato no te levantarás de la mesa«
- Los halagos «Pero qué bien que te lo estás comiendo todo! Así da gusto!«
- El chantaje emocional «Mamá se va a poner muy triste si no te lo acabas«
- Las distracciones el avión, los dibujos animados, los móviles o tablets.
- El sabor dulce: añadir galletas, miel, azúcar u incluir siempre otros ingredientes dulces como zanahoria, calabaza, dátiles.
Sentar al bebé a la mesa con el resto de la familia
Una parte importante del método es integrar al bebé en la mesa y las comidas familiares. Es una oportunidad para que el bebé vea cómo se alimentan a sí mismos los adultos, qué comen, cómo hablan y se tratan entre ellos.
Reducir riesgos
No ofrecer comida cuando el bebé no está concentrado
Si está muy hambriento o muy cansado o se encuentra mal. Esos vídeos tan graciosos de bebés durmiéndose ante un plato de espaguetis no son el mejor ejemplo de seguridad ni la situación ideal para disfrutar y aprovechar la experiencia.
No meter ni sacar comida de la boca del bebé
Al principio es mejor ser estricto con el tema de la autonomía y no ayudar al bebé ya que cuando metemos o sacamos comida de su boca introducimos variables que el bebé no puede controlar. Cuando sabemos que nuestro bebé sabe comer ya bastante bien, podemos ayudarlo. Por ejemplo, si vamos un restaurante y no queremos que arme un estropicio pero quiere comer de nuestra sopa de pescado, podemos darle nosotros de comer. Pero nunca meteremos la comida en su boca de forma que pierda el control. Pondremos la cuchara a la altura de su boca y a una distancia que le permita oler y ver bien y esperaremos a que la abra y tendremos cuidado de no meter la comida demasiado al fondo.
Hacer un curso de primeros auxilios
Esto es recomendable para cualquiera, especialmente para los padres, hagan BLW o alimentación a cuchara. De hecho, al observar los hábitos alimentarios de niños alimentados a cuchara y con BLW se ha visto que ambos grupos son expuestos a un número preocupante de alimentos de alto riesgo[efn_note]Díaz Cirujano AI, Molina Arias M. La alimentación complementaria a demanda con soporte parental educativo no incrementa el riesgo de sofocación. Evid Pediatr. 2017;13:19.[/efn_note].
Recordar las diferencias entre arcada, tos, atragantamiento y asfixia
No debemos preocupar al bebé con una actitud alarmista ni intervenir si no es necesario.
- Las arcadas son el recurso básico que tiene el bebé para devolver a la parte de delante de su boca un alimento que se está escurriendo hacia atrás cuando no está preparado para tragarlo. La arcada es buena, es útil y es un ejercicio, nada más, y los bebés suelen vivirlo con total naturalidad. Lo único que necesita el bebé es que su cuidador no entre en pánico. Absolutamente todos los bebés van a experimentar arcadas.
- La tos sirve para despejar la vía aérea de sólidos o líquidos que podrían escurrirse hacia la tráquea (irse por el otro lado). La tos es otro mecanismo de defensa y tampoco es peligroso, ya que si hay tos es que hay paso de aire hacia el pulmón. Si el ataque de tos es muy intenso el bebé puede experimentar angustia y en ese caso, el bebé necesitará que se le transmita tranquilidad. No se le debemos golpear su espalda ni ponerlo boca abajo ni meter los dedos en su boca para tratar de sacar el cuerpo extraño ya que si hay paso de aire, nada va a ser más eficaz de una buena tos. Sí que puede ser de ayuda apoyar la mano en la espalda suavemente y dedicarle palabras de tranquilidad. Absolutamente todos los bebés van a experimentar la tos.
- El atragantamiento se produce cuando el alimento se escurre hacia la vía aérea y dificulta el paso de aire. Un atragantamiento puede ser más o menos serio en función de si impide totalmente el paso de aire o no y de si se puede movilizar fácilmente hacia el exterior o no. Es cuando un bebé se atraganta y en vez de toser da muestras de asfixia cuando debemos preocuparnos y poner en práctica lo aprendido en el curso de primeros auxilios. Muchos bebés van a sufrir algún atragantamiento de poca importancia que se va a resolver espontáneamente gracias a la tos.
- La asfixia ocurre cuando un atragantamiento tapona totalmente el paso de aire y no se resuelve ni mediante la tos ni mediante las maniobras de primeros auxilios. La mayoría de casos de asfixia en menores de un año que se producen, ocurren o bien con elementos que no tienen que ver con la comida o con alimentos que el bebé no tendría que haber cogido.
Siempre un adulto vigilando al bebé mientras come
Que no le demos nosotros no quiere decir que podamos dejar al bebé a su aire ya que cuando un bebé se asfixia de verdad, cuando es cuestión de vida o muerte, no hace ruido ya que no puede coger aire para gritar ni llorar ni toser.
Al principio, es fácil seguir esta recomendación ya que el bebé come pocas veces y esas veces está con la familia y de hecho suele ser el centro de atención. Pero llega un momento en el que ya no basta con darle algo durante las comidas y podemos encontrarnos con que el bebé pide comida fuera de las ingestas familiares. Además al cabo de menos de lo que pensáis, nos confiaremos. A partir del año puede ser habitual, por ejemplo, que el bebé esté merendando por su cuenta y nosotros estamos aprovechando ese momento en que está ocupado para hacer alguna otra cosa. O que no aguanten hasta la hora de comer y les demos algún tentempié mientras acabamos de cocinar la comida principal. Es en esos momentos en los que se pueden dar las circunstancias que nos lleven a descuidar la vigilancia.
Introducir los alimentos con cuidado (riesgo de alergia)
Sobre este tema no hay consenso. Lo que está claro ya es que retrasar la introducción de los alimentos alergénicos hasta el año aumenta el riesgo de alergia[efn_note]Tran MM, Lefebvre DL, Dai D, Dharma C, Subbarao P, Lou W, Azad MB, Becker AB, Mandhane PJ, Turvey SE, Sears MR; CHILD Study Investigators. Timing of food introduction and development of food sensitization in a prospective birth cohort. Pediatr Allergy Immunol. 2017 Aug;28(5):471-477. doi: 10.1111/pai.12739.[/efn_note]. De hecho, hay más bien indicios de que podría ser mejor lo contrario, introducirlos pronto[efn_note]Ierodiakonou D, Garcia-Larsen V, Logan A, Groome A, Cunha S, Chivinge J, et al. Timing of allergenic food introduction to the infant diet and risk of allergic or autoimmune disease: a systematic review and meta-analysis. JAMA. 2016 Sep 20;316(11):1181-92.[/efn_note]. En los próximos años seguramente cambiaran las recomendaciones pero por ahora simplemente se recomienda no retrasar expresamente la introducción de alimentos potenicalmente alergénicos[efn_note]Recomendaciones de la Asociación Española de Pediatría sobre la alimentación complementaria. Noviembre de 2018[/efn_note] y, en el caso de bebés con antecedentes familiares o personales de alergia así como aquellos con dermatitis atópica,[efn_note]Nowak-Węgrzyn A, Chatchatee P. Mechanisms of Tolerance Induction. Ann Nutr Metab. 2017;70 Suppl 2:7-24. doi: 10.1159/000457915. Epub 2017 May 19.[/efn_note] [efn_note]Fisher HR, Du Toit G, Bahnson HT, Lack G. The challenges of preventing food allergy: Lessons learned from LEAP and EAT. Ann Allergy Asthma Immunol. 2018 Sep;121(3):313-319. doi: 10.1016/j.anai.2018.06.008. Epub 2018 Jun 15.[/efn_note] puede ser buena idea consultar un alergólogo sobre los 4 meses de edad antes de iniciar la AC para recibir pautas concretas.
Pero que no se deba posponer la introducción de alimentos con motivo de posibles alergias no quiere decir que no se deba tomar alguna precaución. Estas precauciones están orientadas a que nos demos cuenta rápidamente si se produce una alergia y que podamos saber qué es lo que la ha producido. Voy a contaros las precauciones que me parece razonable tomar.
Distinguimos dos grupos: los alimentos «más alergénicos» (los que más a menudo producen alergia así como los que produzcan alergia a los familiares del bebé) y los alimentos «poco alergénicos».
- Precaución general: hacer un diario de comidas (apuntar el día que prueba cualquier alimento por primera o por segunda vez).
- Precauciones especiales con los alimentos «más alergénicos»: lácteos, huevos, animales marinos, frutos secos, cereales con gluten (trigo, cebada, kamut, espelta), soja y cualquier aliento que produzca alergia a los familiares cercanos del bebé:
- Introducirlos pronto: Las recomendaciones oficiales son no retrasar la introducción de alimentos potencialmente alergénicos ya que se ha comprobado que eso no ayuda a reducir el riesgo de alergia. Pero es que de hecho hay indicios de que podría ser más bien al contrario: si se introducen antes, la incidencia de alergias es menor. Personalmente sospecho (aunque por ahora no hay evidencia sólida que lo sustente), que no se trata solo de una cuestión de edad sino que cuanto más pequeños son, más probable es que todavía estén tomando leche materna y que sea la leche lo que reduce el riesgo de alergia. Por este motivo, aconsejo a las madres con factores de riesgo altos y que están considerando un destete que, si pueden, mantengan sus lactancias hasta que hayan introducido todos los alimentos de este grupo.
- Los consideraremos a prueba hasta que los haya comido 3 veces: prestando la misma atención y precauciones también al segunda y tercera vez que los pruebe, ya que a veces la reacción alérgica no aparece la primera vez. No hace falta que esas 3 veces sean consecutivas. De hecho, a mí me parece que puede ser hasta mejor dejar pasar algún día.
- Introducirlos en pequeñas cantidades: tal vez esta recomendación es innecesaria porque de hecho es poco probable que un bebé que acaba de empezar se zampe una cantidad significativa, pero si tenéis un bebé de los tragones, tenedlo presente.
- No los daremos por la noche hasta que los haya probado 3 veces, así podremos detectar cualquier reacción que haga.
- Los daremos de uno en uno hasta que los haya probado 3 veces, es decir que los días que estemos testando un alimento alergénico, no introduciremos ningún otro alimento nuevo (ni de los «más alergénicos» de de los «poco alergéncios»). De este modo, si aparece una reacción alérgica, estaremos seguros de quién es el responsable.
- Precauciones con los alimentos «poco alergénicos»: la primera vez, no los daremos por la noche. Podemos dar varios nuevos en un solo día.
En otras fuentes encontraréis que las recomendaciones que yo hago para el grupo de los «más alergénicos» se hacen para todos los alimentos. Mi opinión es que no hay evidencia que sustente un esquema de introducción que va a complicar y retrasar tanto la incorporación del bebé al menú familiar (pensad en cuantos ingredientes tiene un estofado de lentejas o una hamburguesa vegetal e imaginad cuantos meses tendrán que pasar hasta que se pueda ofrecer un plato así al bebé). Además, mi impresión es que la mayoría de familias no tiene la paciencia de mantener ese esquema hasta el final y de hecho puede ocurrir que para cuando se han hartado de tanta precaución, den por primera vez alimentos que sí que valdría la pena tratar con cuidado.