Los bebés a partir de los 4 meses más o menos se obsesionan con metérselo todo en la boca y los alimentos no son una excepción. Dejar que los bebés muy pequeños se metan comida en la boca parece ser un tema casi tabú. Las familias de triturados se asustan ante un trozo de comida y los de BLW tienen grabado a fuego que uno de los requisitos para empezar es que tenga al menos 6 meses. Incluso los que están dispuestos a flexibilizar un poco la edad de inicio, se escandalizan ante la idea de que se permita chupar comida a un bebé que no se aguanta sentado. Pero ¿tan peligroso es dejar que un bebé de 4 meses se lleve comida a la boca?
Cuanto menor es un bebé, más difícil es que realmente llegue a comer algo (a parte de leche). Físicamente difícil. Hasta que sus sistemas no están preparados para empezar a digerir comida, tienen activo el reflejo de extrusión, así que todo lo que se meten en la boca, lo escupen automáticamente. Así que un bebé que extruye difícilmente va a tragar pero, ahora bien, ¿quiere eso decir que no puede meterse comida en la boca? Puede y de hecho lo va a intentar si la dejamos a su alcance. Una cosa es empezar con la alimentación complementaria y otra dejar que antes de eso el bebé tontee con la comida.
Los bebés se obsesionan con meterse todo en la boca sobre sobre el 4º mes de vida pero no es hasta el 5º mes que pierden el reflejo extrusivo. Esta temporización está «pensada» para permitir que los bebés lleven unas semanas metiéndose cosas en la boca y escupiéndolas, practicando la parte fácil de la alimentación (mover las cosas dentro de la cavidad oral) antes de dar el paso de tragar.
Cuando nos esforzamos por impedir el acceso a la comida a un bebé que no cumple los requisitos para empezar la AC, ¿estamos haciendo algo bueno? Muchas personas tienen la sensación de que al impedirles hacerlos los están protegiéndolos de atragantarse o de sustancias que les pueden resultar peligrosas porque sus sistemas son inmaduros.
Otras personas (yo entre ellos) creemos que permitir a los bebés saborear la comida antes de que la puedan tragar debe ser algo bueno si hemos evolucionado de manera que la obsesión por meterse cosas en la boca aparece antes de la capacidad de tragarlas. Aplicar cierta permisividad es una forma más natural y espontánea de empezar con la alimentación complementaria, siguiendo paso a paso la evolución psicomotriz del bebé, de la forma que imaginamos que sucedió durante cientos de miles de años.
Además, se ha teorizado que estos primeros contactos con la comida sin tragarla podrían reducir el riesgo de desarrollar alergia o, si la hay, permitir detectarla con menos una exposición leve, menos peligrosa (ya que al ser poco lo que ingiera el bebé, la reacción debería ser más suave).
No es una opción muy popular hoy en día aunque estoy segura de que en el futuro se irá escuchando más.
Consejos para que los bebés muy pequeños se metan comida en la boca con seguridad
Así, cuando el bebé empieza a meterse todo en la boca, se puede permitir que lo haga también con alimentos siempre y cuando no resulte peligroso:
- Sólo cuando los cuidadores se sientan seguros de poder acompañar esa experimentación. Si los cuidadores están angustiados, pueden transmitir ansiedad al bebé y manejar incorrectamente situaciones que perciban como peligrosos (como una arcada o una tos). A menudo, la mejor forma de asegurar esto es asistiendo a un curso de primeros auxilios, algo absolutamente recomendable se permita o no chupar comida a los bebés.
- En posición erguida o tumbada boca abajo. No recostado ni tumbado boca arriba, para minimizar el riesgo de que algo se deslice hacia su garganta sin control y sin posibilidad de escupirlo, vomitarlo o toserlo.
- Libre de ataduras (no en un carrito, silla de coche o trona con cinturón) ya que si hubiese una situación de emergencia, liberarlo podría requerir un tiempo precioso.
- Alimentos grandes que no se puedan romper o desmigajar en trozos pequeños (un hueso grande de pollo, un trozo grande de tomate, un gajo de naranja, un melocotón, etc…) para reducir el riesgo de que un trocito difícil de manejar se deslice hacia la garganta.
- Alimentos muy puros: sin contaminantes ni aditivos artificiales, casero, pobre en sal y azúcares. No vamos a ofrecerle galletas, pizza, yogur, helado, etc.