Muchos os replanteáis vuestra relación con el sol al tener cachorros. Las personas que evitabais la playa os veis arrastradas a ella porque las criaturas la adoran y las que os tostabais al sol toda la mañana cambiáis las gafas de sol por sombrilla y pinos para protegerlos de las insolaciones. Pero en realidad este artículo habla de las necesidades de todos: niños y adultos.
Habréis oído que es importante usar protección solar cada día (idealmente de la que se vende) y evitar el sol en las horas de máxima insolación. Las consecuencias de esas recomendaciones ya se pueden apreciar y empiezan a ser objeto de análisis. La conclusión para muchos es que estas recomendaciones, lejos de proteger, ponen en grave peligro a niños y adultos.
Formas de tomar el sol
La clave cuando hablamos de si es malo o bueno recibir sol es distinguir entre dos patrones de exposición:
- Patrón del oficinista: una exposición puntual que favorece las quemaduras. Hablamos de esa persona que no recibe apenas luz solar en todo el año pero que se va de vacaciones decidido a aprovecharlas y se pasa esas 3 semanas rojo como una gamba. También sería el de aquél urbanita que se va una vez al mes a la montaña sin protección solar. Algunos estudios se refieren a este patrón como exposición intermitente (no voy a usar esta expresión porque me parece poco intuitiva)

- Patrón del agricultor: una exposición constante y acumulativa. Esa persona que trabaja durante todo el año al sol ligera de ropa, de forma que pasa del blanco blanco en febrero al moreno en junio sin ponerse rojo en ningún momento. También sería el de ese niño que se niega a llevar pantalón largo ni siquiera en invierno, que va y vuelve al cole caminando, que hace las pausas al aire libre y va a jugar al parque al salir. Algunos estudios llaman a este patrón exposición crónica.

La evidencia científica muestra que para el oficinista, el sol es un factor de riesgo mientras que para el agricultor, es un factor protector.1
La relación natural con el sol
Se sabe que los rayos UVB inducen daño en el ADN. Sin embargo, el cuerpo humano tiene muchas defensas contra dicho daño, incluidos los mecanismos de reparación del ADN, el ciclo celular y las inhibiciones del crecimiento, la proliferación reducida, la mayor sensibilidad a la apoptosis, la mejora de la diferenciación celular o los efectos antiinflamatorios. Y muchos de estos mecanismos están relacionados con la vitamina D que, precisamente, es producida por la exposición a UVB. Es decir que el peligro incluye en sí mismo la protección2 … siempre que hagamos las cosas de la forma que tiene prevista la naturaleza. El problema es que la naturaleza no ha previsto que agujereemos la capa de ozono ni nos pasemos la mayoría del año cubiertos de ropa, de casa al coche al trabajo al coche a casa sin recibir apenas luz solar y que de repente en pleno julio nos echemos a la playa a quemar esa misma piel blanquísima persiguiendo un moreno de revista.
Y es que como en todo, parece interesante pensar en cómo vivían nuestros ancestros ya que es para esa clase de vida para la que nuestros cuerpos están preparados. Y podemos suponer que la relación con el sol de nuestros ancestros tenía las siguientes características:
- Se exponían al sol cada día durante todo el año. De este modo, se iban exponiendo de forma gradual y constante a radiaciones cada vez más intensas desde las leves del invierno hasta las intensas del verano. Sus pieles tenían tiempo de ir haciendo un bronceado protector progresivo.
- Cada uno vivía allí donde le convenía por su fototipo. Si el sol fuese esencialmente un peligro, seguiríamos teniendo todos la piel negra. Pero lo cierto es que es tan importante adecuar el tono de la piel a la intensidad de la radiación del lugar donde uno vive que cuando la humanidad abandonó África hacia regiones con menos insolación, a esos colonos se les fue aclarando la piel.

Imagen de Dark Tichondrias en Wikipedia en inglés.
Los riesgos de exponerse sol
Los riesgos de exponerse al sol con patrón de exposición al sol tipo agricultor son:
- Envejecimiento prematuro de la piel (especialmente sensible a ello es la piel de la cara y sobretodo alrededor de los ojos)1.
- Mayor riesgo de desarrollar cánceres de piel no melanoma (relativamente poco peligrosos), aunque actualmente hay cierta inconsistencia entre diversos estudios.3

En el patrón de exposición al sol tipo oficinista se añaden a éstos otros riesgos:
- Mayor riesgo de desarrollar melanoma.4 5. 6 3
- Mayor riesgo de sufrir quemadura solar (desde las ocurridas en la infancia, ocurre una predisposición a sufrir todos los tipos de cáncer de piel durante el resto de la vida7
Los riesgos de no exponerse al sol
Pero si la exposición al sol entraña algún riesgo, más peligroso todavía es no exponerse suficientemente al sol. Principalmente (aunque no exclusivamente) porque la deficiencia de sol implica deficiencia de vitamina D,8 una epidemia que actualmente supone un auténtico problema de salud pública.9
La vitamina D es esencial y cumple muchas funciones de los sistemas endocrino, inmuntario y locomotor. Su trascendencia no para de aumentar cuanto más se estudia. Se ha llegado a proponer el aumento de los niveles de vitamina D en sangre como la medida más costo-efectiva para reducir la mortalidad de la población mundial.10 Las inconsistencias entre estudios que evaluaban la relación entre los niveles de vitamina D y la salud respecto a aquellos que evalúan los resultados de la suplementación11 12 hacen pensar que la vitamina D suplementada no es tan eficaz como la obtenida naturalmente (al menos en algunos contextos). Otros hallazgos dan motivos para sospechar que la vitamina D que obtenemos de la dieta no es igual de eficaz que la que obtenemos del sol.13 Por lo tanto, es básico incluir el sol para asegurar niveles óptimos de esta molécula esencial y no confiar solamente en suplementos y alimentos fortificados.
La deficiencia de Vitamina D se puede dar desde la etapa embrionaria hasta la senectud y se asocia, en general, con un mayor riesgo de muerte por cualquier causa14 15 y, en particular, con un mayor riesgo de sufrir muchos problemas de salud graves como son:
- Trastornos del el embarazo (preeclampsia, diabetes gestacional, parto prematuro)16
- Prematuridad y bajo peso al nacer16 17 18 19 20
- Alteraciones de la dentición (en niños)21 y, probablemente, también con caries.22 23
- Autismo (aunque es un trastorno multifactorial, hay fuertes indicios de que la deficiencia de vitamina D podría jugar un papel importante24 25 26 27 28)
- Raquitismo (en niños)29 30 31 32
- Asma (en niños)33 34
- Enfermedad inflamatoria intestinal (en niños)35 36
- Mioípa (en niños)37 38
- Incomptencia inmunitaria39 40 41 42 43 44 45 46
- Enfermedades autoinmunes47 48 49 50
- Síndrome metabólico y diabetes (en niños y adultos)51 52 5354
- Enfermedades cardiovasculares55 14. 56 57
- Osteopenia, osteoporosis y mayor riesgo de fractura ósea (en mujeres postmenopáusicas y ancianos)58 59
- Varios tipos de cáncer1 60 61 62. 63 64 65 muy comunues y graves como:
- Cáncer de próstata66 67 68
- Cáncer de pulmón69
- Cáncer de mama70 71 72
- Cáncer colorrectal73 74 75
- Leucemia76
- Cáncer de páncreas77
- Cáncer de vejiga78
- Melanoma: aunque la exposición solar se asocia a una mayor incidencia de melanoma (sobretodo en aquellos con antecedentes de quemaduras solares y con patrón de exposición al sol de tipo de oficinista), la deficiencia de vitamina D se asocia a un pronóstico peor79
Y esas son consecuencias conocidas asociadas tan sólo a la deficiencia de vitamina D. Sin embargo, existe evidencia acumulada que nos recuerda que al hablar de los beneficios del sol y de los riesgos de su falta debemos tener en cuenta que hay otros mecanismos involucrados80, como la formación de óxido nítrico, melatonina, serotonina, endorfina, fotodegradación de ácido fólico, inmunomodulación, fotoadaptación y el efecto de la luz (solar) en el ritmo circadiano (un aspecto de la fisiología que tiene unas implicaciones profundísimas en la salud y merecería un artículo para él solo).

Foto de Alexei_tm en Shutterstock.
Si ponemos en una balanza todo esto, la conclusión es que las recomendaciones que últimamente tienen más aceptación son altamente perjudiciales.
Recomendaciones para beneficiarse al máximo del sol
Tener en cuenta el tipo de piel
Hoy en día hay personas con piel muy oscura viviendo en canadá y personas de piel muy clara veraneando en mallorca. Y lo grave es que todas ellas reciben las mismas recomendaciones.

Foto de Larry Hamill.
A una persona de piel negra debe preocuparle la posibilidad de no conseguir suficiente radiación (la deficiencia de vitamina D és un problema grave muy habitual entre las personas de piel oscura que vive en latitudes típicamente caucásicas81 82 83) mientras que una persona pelirroja debe preocuparse de protegerse a tiempo del sol.
Evitar las quemaduras
Para que un melanocito no reparado o mal reparado se convierta en una célula cancerosa, hace falta que éste se replique. Por suerte, los melanocidos no suelen replicarse. No obstante, hay una situación en la que se juntan el daño sobre el melanocito con su replicación y esa situación es la quemadura solar: a la vez favorece la mutación y fuerza la replicación así que es una combinación peligrosa.

Foto de Elena Sherengovskaya en Shuttersktock.
En cambio, la exposición al sol regular sin quemadura produce fotoadaptación (aumento de la melanización y el engrosamiento de la piel) e induce niveles más altos de vitamina D dos cosas que protegen frente a melanoma.84 85
El sol del mediodía es altamente recomendable
Efectivamente se puede estar poco rato al sol del mediodía en verano, pero ese rato es muy provechoso y no debemos demonizarlo.
Los rayos ultravioleta de los que hablamos son dos: los UVA y los UVB. Los UVA tienen una mayor capacidad de penetración y más potencial dañino pero no producen quemaduras, hablamos de un daño silencioso. Los UVB son los que producen quemaduras solares pero también los que más estimulan la producción de vitamina D86. Por la tarde, incluso en verano, los rayos ultravioleta de tipo B se dispersan y la producción de vitamina D cae.87 88 Si nos exponemos al sol al mediodía, podemos obtener niveles óptimos de vitamina D en un tiempo muy corto de exposición a rayos UVA.89 90 En cambio, si confiamos en el sol de la tarde para cubrir nuestras necesidades de radiación, es más probable que acabemos exponiéndonos más tiempo a los UVA (que recordemos son mucho más dañinos pero no producen una quemadura que nos alerte de que nos estamos pasando) y que encima ni siquiera así consigamos niveles significativos de vitamina D (mala relación riesgo/beneficio).
La exposición al sol durante la primera mitad del día tiene además otras ventajas como que es el momento en el que se potencia su efecto regulador del ritmo circadiano y es también el momento del día en el que el cuerpo tiene más potencial de regeneración91 y por lo tanto de defensa contra posibles problemas derivados de un exceso de exposición solar.92 De hecho, aunque por la tarde hay menos radiación solar UVB, se ha comprobado que los humanos somos más propensos a sufrir quemaduras solares por la tarde que por la mañana.93 94

La conclusión de todo esto es que la forma óptima de obtener los beneficios del sol con un mínimo de riesgos es un rato corto (que no llegue a enrojecer la piel) al mediodía y que la peor es una exposición larga por la tarde.
Ajustar el tiempo de exposición al sol.
Se dice que unos 20-30 minutos de sol diarios son suficientes para satisfacer las necesidades de vitamina D. Pero no tiene sentido a hablar de tiempos concretos teniendo en cuenta todos los factores que puedan influir en la producción95 y en las necesidades de cada persona.


Vitamin D—Effects on Skeletal and Extraskeletal Health and the Need for Supplementation
© 2010 Humana Press
Una persona negra que vive en Canadá y una pelirroja que vive en Argentina no van a necesitar el mismo tiempo para cubrir sus necesidades. Es mejor formarse una idea personalizada de nuestras necesidades y de las de nuestras criaturas basada en la observación.
Si la piel ha recibido una dosis creciente y gradual de radiación, la sensación de molestia y los primeros indicios de enrojecimiento deberían alertarnos de que hemos sobrepasado la zona de confort de nuestra piel. Si empezamos a exponernos al sol en pleno verano tendremos que ser mucho más precavidos y no buscar los límites de la tolerancia de nuestra piel.
Vale la pena instruir a nuestros hijos desde bien pequeños para que se fijen en las sensaciones que les manda su cuerpo y respondan siempre a ellas.
Sol cada día en un porcentaje significativo de la piel
Un poco de sol cada día, o casi, durante todo el año es lo que espera y necesita nuestro organismo. Estar al aire libre y bajo el sol sobretodo al mediodía (más tiempo durante el invierno y menos durante el verano) con una zona decente de piel al aire es una buena idea. No poner protección a los niños en el patio, llevarse fiambrera al trabajo y comer en un parque, hacer los trayectos matutinos a pie y posponer las protecciones solares durante el tiempo que cada piel tolere sin enrojecer.
La cara y las manos no suelen ser suficiente. Exponer una cantidad de piel decente siempre que se pueda (brazos o piernas por lo menos) es recomendable. En este sentido, dejar que las criaturas vayan en manga o pantalón corto (si lo desean) cuando juegan en el parque en invierno es una buena idea (lo importante es secar el sudor y abrigarlas cuando bajan la actividad)

Foto de noBorders – Brayden Howie en Shutterstock
Además, la cara sería la piel menos indicada para ser expuesta al sol ya que sobretodo la que rodea los ojos es muy delicada y susceptible a los efectos visibles del fotoenvejecimiento.
Si tenemos el fototipo adecuado para el lugar en el que vivimos y exponemos una parte decente de piel cada vez que la temperatura lo permite, sólo necesitaremos tener una actitud prudente con el sol cuando expongamos a radiaciones intensas zonas que hayan pasado la mayor parte del año cubiertas (cuando cortamos el pelo a las criaturas en verano para que estén fresquitas dejando las orejas al descubierto o vamos a la playa por primera vez en julio y vientre y espalda se exponen a un sol abrasador sin haberse podido adaptar) o cuando nos exponemos a dosis poco habituales de radiación solar independientemente de la temporada (por ejemplo, si hacemos una excursión de 6h por la montaña a pleno sol aunque sea en enero).
Uso de protectores solares
Si vas a exponerte a más sol del que tu piel pueda soportar, entonces debes protegerte. Las barreras físicas (gorro, ropa, techos, árboles, parasoles, paredes) siempre serán más seguras que las cremas así que deberían ser la primera elección.

Foto de Snova en Shutterstock.
Todo lo que se pone en la piel implica un riesgo de intoxicación difícil de valorar. De todas las sustancias que ahora se sabe que son perjudiciales, en su día la industria aseguró que eran inocuas. Por ese motivo me parece prudente una actitud de cierta desconfianza que coloque las cremas solares como última elección, por detrás de ponernos a la sombra o cubrirnos.
En aquellas ocasiones en las que sea necesario usar cremas solares, a día de hoy parece que las más seguras son las de filtro físico (no se absorben, simplemente rebotan el sol) sin nanopartículas (que no se sabe todavía cómo pueden afectar) y ecológicas (contienen menos sustancias de las que se sabe o sospecha que puedan dar problemas)

En cualquier caso, las protecciones nunca deberían aplicarse desde el primer momento, deberíamos aprovechar cada oportuidad de exponernos al sol hasta el punto en que la situación y nuestra piel lo permitan.
Conclusión: sol cada día, mejor al mediodía, pero sin quemadura.
Exponernos al sol sin protección, durante todo el año, especialmente al mediodía, durante un tiempo que no llegue a irritar la piel es la forma más segura de tomar el sol y la mejor medida para evitar la deficiencia de vitamina D y con todos los riesgos gravísimos que implica.
Más allá de la exposición razonable, es necesario tomar medidas de protección.
Las medidas físicas (ropa, gorros, parasoles, árboles, techos, etc.) serán siempre más seguras que las cremas solares.
En aquellos casos en los que sea necesario usar una crema, lo más prudente es utilizar cremas de factor de protección alto, de filtro físico en vez de químico, sin nanopartículas y ecológicas.
- Han van der Rhee, Esther de Vries, Claudia Coomans, Piet van de Velde, Jan Willem Coebergh. Sunlight: For Better or For Worse? A Review of Positive and Negative Effects of Sun Exposure. Cancer Research Frontiers. 2016 May; 2(2): 156-183. doi: 10.17980/2016.156 [↩] [↩] [↩]
- Maarten F. Bijlsma, Henk Roelink. Skin-derived vitamin D3 protects against basal cell carcinoma. J Invest Dermatol. 2017 Dec; 137(12): 2469–2471. doi: 10.1016/j.jid.2017.07.816 [↩]
- David G. Hoel, Marianne Berwick, Frank R. de Gruijl, Michael F. Holickd. The risks and benefits of sun exposure 2016. Dermatoendocrinol. 2016 Jan-Dec; 8(1): e1248325. doi: 10.1080/19381980.2016.1248325 [↩] [↩]
- Maria N. Ombra, Panagiotis Paliogiannis, Valentina Doneddu, Maria C. Sini, Maria Colombino, Carla Rozzo, Ignazio Stanganelli, Francesco Tanda, Antonio Cossu, and Giuseppe Palmieric. Vitamin D status and risk for malignant cutaneous melanoma: recent advances. Eur J Cancer Prev. 2017 Nov; 26(6): 532–541. doi: 10.1097/CEJ.0000000000000334 [↩]
- Rivers JK. Is there more than one road to melanoma? Lancet. 2004 Feb 28;363(9410):728-30. [↩]
- Leiter U, Garbe C. Epidemiology of melanoma and nonmelanoma skin cancer–the role of sunlight. Adv Exp Med Biol. 2008;624:89-103. doi: 10.1007/978-0-387-77574-6_8. [↩]
- Kennedy C1, Bajdik CD, Willemze R, De Gruijl FR, Bouwes Bavinck JN; Leiden Skin Cancer Study. The influence of painful sunburns and lifetime sun exposure on the risk of actinic keratoses, seborrheic warts, melanocytic nevi, atypical nevi, and skin cancer. J Invest Dermatol. 2003 Jun;120(6):1087-93. [↩]
- O Sahota. Understanding vitamin D deficiency. Age Ageing. 2014 Sep; 43(5): 589–591. doi: 10.1093/ageing/afu104 [↩]
- Palacios C, Gonzalez L. Is vitamin D deficiency a major global public health problem? J Steroid Biochem Mol Biol. 2014 Oct;144 Pt A:138-45. doi: 10.1016/j.jsbmb.2013.11.003. [↩]
- Grant WB. An estimate of the global reduction in mortality rates through doubling vitamin D levels. Eur J Clin Nutr. 2011 Sep;65(9):1016-26. doi: 10.1038/ejcn.2011.68. [↩]
- Scragg RKR. Overview of results from the Vitamin D Assessment (ViDA) study. J Endocrinol Invest. 2019 May 23. doi: 10.1007/s40618-019-01056-z. [↩]
- Scragg R1, Waayer D2, Stewart AW2, Lawes CMM2, Toop L3, Murphy J2, Khaw KT4, Camargo CA Jr5. The Vitamin D Assessment (ViDA) Study: design of a randomized controlled trial of vitamin D supplementation for the prevention of cardiovascular disease, acute respiratory infection, falls and non-vertebral fractures. J Steroid Biochem Mol Biol. 2016 Nov;164:318-325. doi: 10.1016/j.jsbmb.2015.09.010. [↩]
- Bijlsma MF, Roelink H. Skin-Derived Vitamin D3 Protects against Basal Cell Carcinoma. J Invest Dermatol. 2017 Dec;137(12):2469-2471. doi: 10.1016/j.jid.2017.07.816. [↩]
- Pilz S, Tomaschitz A, März W, Drechsler C, Ritz E, Zittermann A, Cavalier E, Pieber TR, Lappe JM, Grant WB, Holick MF, Dekker JM. Vitamin D, cardiovascular disease and mortality. Clin Endocrinol (Oxf). 2011 Nov; 75(5):575-84. [↩] [↩]
- Durup D, Jørgensen HL, Christensen J, Schwarz P, Heegaard AM, Lind B. A reverse J-shaped association of all-cause mortality with serum 25-hydroxyvitamin D in general practice: the CopD study. J Clin Endocrinol Metab. 2012 Aug; 97(8):2644-52. [↩]
- CL Wagner, BW Hollis. The Implications of Vitamin D Status During Pregnancy on Mother and her Developing Child. Front Endocrinol (Lausanne). 2018; 9: 500. doi: 10.3389/fendo.2018.00500 [↩] [↩]
- Santorelli G, Whitelaw D, Farrar D, West J, Lawlor DA. Associations of maternal vitamin D, PTH and calcium with hypertensive disorders of pregnancy and associated adverse perinatal outcomes: Findings from the Born in Bradford cohort study. Sci Rep. 2019 Feb 4;9(1):1205. doi: 10.1038/s41598-018-37600-9. [↩]
- Shakeri M, Jafarirad S. The relationship between maternal vitamin D status during third trimester of pregnancy and maternal and neonatal outcomes: A longitudinal study. Int J Reprod Biomed (Yazd). 2019 Mar 3;17(1). pii: ijrm.v17i1.3818. doi: 10.18502/ijrm.v17i1.3818. [↩]
- Tous M, Villalobos M, Iglesias L, Fernández-Barrés S, Arija V. Vitamin D status during pregnancy and offspring outcomes: a systematic review and meta-analysis of observational studies. Eur J Clin Nutr. 2019 Jan 25. doi: 10.1038/s41430-018-0373-x. [↩]
- Kassai MS, Cafeo FR, Affonso-Kaufman FA, Suano-Souza FI, Sarni ROS. Vitamin D plasma concentrations in pregnant women and their preterm newborns. BMC Pregnancy Childbirth. 2018 Oct 22;18(1):412. doi: 10.1186/s12884-018-2045-1. [↩]
- Nørrisgaard PE, Haubek D, Kühnisch J, Chawes BL, Stokholm J, Bønnelykke K, Bisgaard H. Association of High-Dose Vitamin D Supplementation During Pregnancy With the Risk of Enamel Defects in Offspring: A 6-Year Follow-up of a Randomized Clinical Trial. JAMA Pediatr. 2019 Aug 5. doi: 10.1001/jamapediatrics.2019.2545. [↩]
- Seminario AL, Jumani K, Velan E, Scott JM, Latimer J, Schroth RJ. Suboptimal Serum Vitamin D Associated with Early Childhood Caries in Special Health Care Needs Children. J Dent Child (Chic). 2018 Sep 15;85(3):93-101. [↩]
- Singleton R, Day G, Thomas T, Schroth R, Klejka J, Lenaker D, Berner J. Association of Maternal Vitamin D Deficiency with Early Childhood Caries. J Dent Res. 2019 May;98(5):549-555. doi: 10.1177/0022034519834518. [↩]
- Cannell JJ. Autism and vitamin D. Med Hypotheses. 2008;70(4):750-9. [↩]
- Stubbs G, Henley K, Green J. Autism: Will vitamin D supplementation during pregnancy and early childhood reduce the recurrence rate of autism in newborn siblings?Med Hypotheses. 2016 Mar;88:74-8. doi: 10.1016/j.mehy.2016.01.015. [↩]
- Chen J1, Xin K, Wei J, Zhang K, Xiao H. Lower maternal serum 25(OH) D in first trimester associated with higher autism risk in Chinese offspring.J Psychosom Res. 2016 Oct;89:98-101. doi: 10.1016/j.jpsychores.2016.08.013. [↩]
- Patrick RP, Ames BN. Vitamin D hormone regulates serotonin synthesis. Part 1: relevance for autism. FASEB J. 2014 Jun;28(6):2398-413. doi: 10.1096/fj.13-246546. [↩]
- Grant WB, Soles CM. Epidemiologic evidence supporting the role of maternal vitamin D deficiency as a risk factor for the development of infantile autism. Dermatoendocrinol. 2009 Jul;1(4):223-8. [↩]
- Ahmed SF, Franey C, McDevitt H, Somerville L, Butler S, Galloway P, Reynolds L, Shaikh MG, Wallace AM. Recent trends and clinical features of childhood vitamin D deficiency presenting to a children’s hospital in Glasgow. Arch Dis Child. 2011 Jul;96(7):694-6. doi: 10.1136/adc.2009.173195. [↩]
- Thacher TD, Fischer PR, Strand MA, Pettifor JM. Nutritional rickets around the world: causes and future directions. Ann Trop Paediatr. 2006 Mar;26(1):1-16. [↩]
- Craig F. Munns, Nick Shaw, Mairead Kiely, Bonny L. Specker, Tom D. Thacher, Keiichi Ozono, Toshimi Michigami, Dov Tiosano, M. Zulf Mughal, Outi Mäkitie, Lorna Ramos-Abad, Leanne Ward, Linda A. DiMeglio, Navoda Atapattu, Hamilton Cassinelli, Christian Braegger, John M. Pettifor, Anju Seth, Hafsatu Wasagu Idris, Vijayalakshmi Bhatia, Junfen Fu, Gail Goldberg, Lars Sävendahl, Rajesh Khadgawat, Pawel Pludowski, Jane Maddock, Elina Hyppönen, Abiola Oduwole, Emma Frew, Magda Aguiar, Ted Tulchinsky, Gary Butler, and Wolfgang Högler. Global Consensus Recommendations on Prevention and Management of Nutritional Rickets. J Clin Endocrinol Metab. 2016 Feb; 101(2): 394–415. [↩]
- Lazol JP1, Cakan N, Kamat D. 10-year case review of nutritional rickets in Children’s Hospital of Michigan. Clin Pediatr (Phila). 2008 May;47(4):379-84. doi: 10.1177/0009922807311397. [↩]
- Chinellato I, Piazza M, Sandri M, Peroni D, Piacentini G, Boner AL. Vitamin D serum levels and markers of asthma control in Italian children. J Pediatr. 2011 Mar;158(3):437-41. doi: 10.1016/j.jpeds.2010.08.043. [↩]
- Litonjua AA. Childhood asthma may be a consequence of vitamin D deficiency. Curr Opin Allergy Clin Immunol. 2009 Jun;9(3):202-7. doi: 10.1097/ACI.0b013e32832b36cd. [↩]
- Holmes EA, Ponsonby AL, Pezic A, Ellis JA, Kirkwood CD, Lucas RM; PAID consortium. Higher Sun Exposure is Associated With Lower Risk of Pediatric Inflammatory Bowel Disease: A Matched Case-control Study. J Pediatr Gastroenterol Nutr. 2019 Aug;69(2):182-188. doi: 10.1097/MPG.0000000000002390 [↩]
- Kim S1, Kang Y2, Park S1, Koh H1, Kim S3. Association of Vitamin D with Inflammatory Bowel Disease Activity in Pediatric Patients. J Korean Med Sci. 2019 Aug 19;34(32):e204. doi: 10.3346/jkms.2019.34.e204. [↩]
- Sánchez-Tocino H, Villanueva Gómez A, Gordon Bolaños C, Alonso Alonso I, Vallelado Alvarez A, García Zamora M, Francés Caballero E, Marcos-Fernández MÁ, Schellini S, Galindo-Ferreiro A. The effect of light and outdoor activity in natural lighting on the progression of myopia in children. J Fr Ophtalmol. 2019 Jan;42(1):2-10. doi: 10.1016/j.jfo.2018.05.008 [↩]
- Tang SM, Lau T, Rong SS, Yazar S, Chen LJ, Mackey DA, Lucas RM, Pang CP, Yam JC. Vitamin D and its pathway genes in myopia: systematic review and meta-analysis. Br J Ophthalmol. 2019 Jan;103(1):8-17. doi: 10.1136/bjophthalmol-2018-31 [↩]
- Juliana de Castro Kroner, Andrea Sommer, Mario Fabri. Vitamin D Every Day to Keep the Infection Away? Nutrients. 2015 Jun; 7(6): 4170–4188. doi: 10.3390/nu7064170 [↩]
- Margherita T. Cantorna, Lindsay Snyder, Yang-Ding Lin, and Linlin Yang. Vitamin D and 1,25(OH)2D Regulation of T cells. Nutrients. 2015 Apr; 7(4): 3011–3021. [↩]
- Liu PT, Stenger S, Li H, Wenzel L, Tan BH, Krutzik SR, Ochoa MT, Schauber J, Wu K, Meinken C, Kamen DL, Wagner M, Bals R, Steinmeyer A, Zügel U, Gallo RL, Eisenberg D, Hewison M, Hollis BW, Adams JS, Bloom BR, Modlin RL. Toll-like receptor triggering of a vitamin D-mediated human antimicrobial response. Science. 2006 Mar 24; 311(5768):1770-3. [↩]
- Adams JS, Hewison. Unexpected actions of vitamin D: new perspectives on the regulation of innate and adaptive immunity. MNat Clin Pract Endocrinol Metab. 2008 Feb; 4(2):80-90. [↩]
- Krutzik SR, Hewison M, Liu PT, Robles JA, Stenger S, Adams JS, Modlin RL. IL-15 links TLR2/1-induced macrophage differentiation to the vitamin D-dependent antimicrobial pathway. J Immunol. 2008 Nov 15; 181(10):7115-20. [↩]
- Adams JS, Ren S, Liu PT, Chun RF, Lagishetty V, Gombart AF, Borregaard N, Modlin RL, Hewison M. Vitamin d-directed rheostatic regulation of monocyte antibacterial responses. J Immunol. 2009 Apr 1; 182(7):4289-95. [↩]
- Nnoaham KE, Clarke A. Low serum vitamin D levels and tuberculosis: a systematic review and meta-analysis. Int J Epidemiol. 2008 Feb; 37(1):113-9. [↩]
- Ginde AA, Mansbach JM, Camargo CA Jr. Association between serum 25-hydroxyvitamin D level and upper respiratory tract infection in the Third National Health and Nutrition Examination Survey. Arch Intern Med. 2009 Feb 23; 169(4):384-90. [↩]
- Illescas-Montes R, Melguizo-Rodríguez L, Ruiz C, Costela-Ruiz VJ. Vitamin D and autoimmune diseases. Life Sci. 2019 Aug 8;233:116744. doi: 10.1016/j.lfs.2019.116744. [↩]
- Murdaca G, Tonacci A, Negrini S, Greco M, Borro M, Puppo F, Gangemi S. Emerging role of vitamin D in autoimmune diseases: An update on evidence and therapeutic implications. Autoimmun Rev. 2019 Jul 16:102350. doi: 10.1016/j.autrev.2019.102350. [↩]
- Agmon-Levin N, Theodor E, Segal RM, Shoenfeld Y. Vitamin D in systemic and organ-specific autoimmune diseases. Clin Rev Allergy Immunol. 2013 Oct; 45(2):256-66. [↩]
- Cantorna MT, Mahon BD. Mounting evidence for vitamin D as an environmental factor affecting autoimmune disease prevalence. Exp Biol Med (Maywood). 2004 Dec; 229(11):1136-42. [↩]
- Hetta HF, Fahmy EM, Mohamed GA, Gaber MA, Elkady A, Elbadr MM, Al-Kadmy IMS. Does vitamin D status correlate with insulin resistance in obese prediabetic patients? An Egyptian multicenter study. Diabetes Metab Syndr. 2019 Jul 29;13(5):2813-2817. doi: 10.1016/j.dsx.2019.07.043. [↩]
- J Mitri, Anastassios G Pittias. Vitamin D and diabetes. Endocrinol Metab Clin North Am. 2014 Mar; 43(1): 205–232. [↩]
- Kumar J, Muntner P, Kaskel FJ, Hailpern SM, Melamed ML Prevalence and associations of 25-hydroxyvitamin D deficiency in US children: NHANES 2001-2004. Pediatrics. 2009 Sep; 124(3):e362-70. [↩]
- Forouhi NG, Ye Z, Rickard AP, Khaw KT, Luben R, Langenberg C, Wareham NJ. Circulating 25-hydroxyvitamin D concentration and the risk of type 2 diabetes: results from the European Prospective Investigation into Cancer (EPIC)-Norfolk cohort and updated meta-analysis of prospective studies. Diabetologia. 2012 Aug; 55(8):2173-82. [↩]
- Kim DH, Sabour S, Sagar UN, Adams S, Whellan D. Prevalence of hypovitaminosis D in cardiovascular diseases (from the National Health and Nutrition Examination Survey 2001 to 2004). JAm J Cardiol. 2008 Dec 1; 102(11):1540-4. [↩]
- Anderson JL, May HT, Horne BD, Bair TL, Hall NL, Carlquist JF, Lappé DL, Muhlestein JB, Intermountain Heart Collaborative (IHC) Study Group. Relation of vitamin D deficiency to cardiovascular risk factors, disease status, and incident events in a general healthcare population. Am J Cardiol. 2010 Oct 1; 106(7):963-8. [↩]
- Wang TJ, Pencina MJ, Booth SL, Jacques PF, Ingelsson E, Lanier K, Benjamin EJ, D’Agostino RB, Wolf M, Vasan RS. Vitamin D deficiency and risk of cardiovascular disease. Circulation. 2008 Jan 29; 117(4):503-11. [↩]
- Holick M.F. Vitamin D and health: Evolution, biologic functions, and recommended dietary intakes for vitamin D. Clin. Rev. Bone Miner. Metab. 2009;7:2–19. doi: 10.1007/s12018-009-9026-x. [↩]
- Avenell A, Gillespie WJ, Gillespie LD, O’Connell D. Vitamin D and vitamin D analogues for preventing fractures associated with involutional and post-menopausal osteoporosis. Cochrane Database Syst Rev. 2009 Apr 15; (2):CD000227. [↩]
- Moukayed M, Grant WB. The roles of UVB and vitamin D in reducing risk of cancer incidence and mortality: A review of the epidemiology, clinical trials, and mechanisms. Rev Endocr Metab Disord. 2017 Jun;18(2):167-182. doi: 10.1007/s11154-017-9415-2. [↩]
- Grant WB. Roles of Solar UVB and Vitamin D in Reducing Cancer Risk and Increasing Survival. Anticancer Res. 2016 Mar;36(3):1357-70. [↩]
- Giangreco AA, Nonn LJ. The sum of many small changes: microRNAs are specifically and potentially globally altered by vitamin D3 metabolites. Steroid Biochem Mol Biol. 2013 Jul; 136():86-93. [↩]
- Holick MF. Vitamin D and sunlight: strategies for cancer prevention and other health benefits. Clin J Am Soc Nephrol. 2008;3(5):1548–1554. [↩]
- Grant WB. An estimate of premature cancer mortality in the U.S. due to inadequate doses of solar ultraviolet-B radiation. Cancer. 2002;94(6):1867–1875. [↩]
- Câmara AB, Brandãob IA. The Role of Vitamin D and Sunlight Incidence in Cancer. Anticancer Agents Med Chem. 2019 Mar 12. doi: 10.2174/1389557519666190312123212. [↩]
- Schwartz GG1, Hanchette CL. UV, latitude, and spatial trends in prostate cancer mortality: all sunlight is not the same (United States). Cancer Causes Control. 2006 Oct;17(8):1091-101. [↩]
- Shui IM, Mucci LA, Kraft P, Tamimi RM, Lindstrom S, Penney KL, Nimptsch K, Hollis BW, Dupre N, Platz EA, Stampfer MJ, Giovannucci E. Vitamin D-related genetic variation, plasma vitamin D, and risk of lethal prostate cancer: a prospective nested case-control study. J Natl Cancer Inst. 2012 May 2; 104(9):690-9. [↩]
- Grant WB. Geographic variation of prostate cancer mortality rates in the United States: implications for prostate cancer risk related to vitamin D. Int J Cancer. 2004;111(3):470–471. [↩]
- Porojnicu AC, Robsahm TE, Dahlback A, Berg JP, Christiani D, Bruland OS, Moan J. Seasonal and geographical variations in lung cancer prognosis in Norway. Does Vitamin D from the sun play a role? Lung Cancer. 2007 Mar;55(3):263-70. [↩]
- Garland CF, Gorham ED, Mohr SB, et al. Vitamin D and prevention of breast cancer: pooled analysis. J Steroid Biochem Mol Biol. 2007;103(3–5):708–711. [↩]
- Tommie JL1, Pinney SM2, Nommsen-Rivers LA1. Serum Vitamin D Status and Breast Cancer Risk by Receptor Status: A Systematic Review. Nutr Cancer. 2018 Jul;70(5):804-820. doi: 10.1080/01635581.2018.1470653. [↩]
- Mohr SB, Garland CF, Gorham ED, Grant WB, Garland FC. Relationship between low ultraviolet B irradiance and higher breast cancer risk in 107 countries. Breast J. 2008 May-Jun;14(3):255-60. doi: 10.1111/j.1524-4741.2008.00571.x. [↩]
- Haidari F, Abiri B, Iravani M, Razavi SM, Vafa M. The Effects of UVB and Vitamin D on Decreasing Risk of Colorectal Cancer Incidence and Mortality: A Review of the Epidemiology, Clinical Trials, and Mechanisms. Nutr Cancer. 2019;71(5):709-717. doi: 10.1080/01635581.2018.1521444. [↩]
- Harris DM, Go VL. Vitamin D and colon carcinogenesis. J Nutr. 2004 Dec; 134(12 Suppl):3463S-3471S. [↩]
- Cuomo RE, Mohr SB, Gorham ED, Garland CF. What is the relationship between ultraviolet B and global incidence rates of colorectal cancer? Dermatoendocrinol. 2013 Jan 1;5(1):181-5. doi: 10.4161/derm.23773. [↩]
- Mohr SB1, Garland CF, Gorham ED, Grant WB, Garland FC. Ultraviolet B and incidence rates of leukemia worldwide. Am J Prev Med. 2011 Jul;41(1):68-74. doi: 10.1016/j.amepre.2011.04.003. [↩]
- Mohr SB, Garland CF, Gorham ED, Grant WB, Garland FC. Ultraviolet B irradiance and vitamin D status are inversely associated with incidence rates of pancreatic cancer worldwide. Pancreas. 2010 Jul;39(5):669-74. doi: 10.1097/MPA.0b013e3181ce654d. [↩]
- Mohr SB1, Garland CF, Gorham ED, Grant WB, Garland FC. Ultraviolet B irradiance and incidence rates of bladder cancer in 174 countries. Am J Prev Med. 2010 Mar;38(3):296-302. doi: 10.1016/j.amepre.2009.10.044. [↩]
- Shenying Fang, Dawen Sui, Yuling Wang, Huey Liu, Yi-Ju Chiang, Merrick I. Ross, Jeffrey E. Gershenwald, Janice N. Cormier, Richard E. Royal, Anthony Lucci, Jennifer Wargo, Mimi I. Hu, Julie M. Gardner, John D. Reveille, Roland L. Bassett, Qingyi Wei, Christopher I. Amos, and Jeffrey E. Lee. Association of Vitamin D Levels With Outcome in Patients With Melanoma After Adjustment For C-Reactive Protein. J Clin Oncol. 2016 May 20; 34(15): 1741–1747. doi: 10.1200/JCO.2015.64.1357 [↩]
- Christian Trummer, Marlene Pandis, Nicolas Verheyen, Martin R. Grübler, Martin Gaksch, Barbara Obermayer-Pietsch, Andreas Tomaschitz, Thomas R. Pieber, Stefan Pilz, Verena Schwetz. Beneficial Effects of UV-Radiation: Vitamin D and beyond. Int J Environ Res Public Health. 2016 Oct; 13(10): 1028. doi: 10.3390/ijerph13101028 [↩]
- Susan S Harris. Vitamin D and African Americans. The Journal of Nutrition, Volume 136, Issue 4, April 2006, Pages 1126–1129, https://doi.org/10.1093/jn/136.4.1126 [↩]
- Patel JV, Chackathayil J, Hughes EA, Webster C, Lip GY, Gill PS. Vitamin D deficiency amongst minority ethnic groups in the UK: a cross sectional study. Int J Cardiol. 2013 Sep 1;167(5):2172-6. doi: 10.1016/j.ijcard.2012.05.081. [↩]
- John S. Adams and Martin Hewison. Update in Vitamin D. J Clin Endocrinol Metab. 2010 Feb; 95(2): 471–478. doi: 10.1210/jc.2009-1773 [↩]
- Gandini S, Sera F, Cattaruzza MS, Pasquini P, Picconi O, Boyle P, Melchi CF. Meta-analysis of risk factors for cutaneous melanoma: II. Sun exposure. Eur J Cancer. 2005 Jan; 41(1):45-60. [↩]
- Newton-Bishop JA, Chang Y, Elliott F, Chan M, Leake S, Karpavicius B, Haynes S, Fitzgibbon E, Kukalizch K, Randerson-Moor J, et al. Relationship between sun exposure and melanoma risk for tumours in different body sites in a large case-control study in a temperate climate. Eur J Cancer 2011; 47:732-741; PMID:21084183; http://dx.doi.org/10.1016/j.ejca.2010.10.008 [↩]
- Sallander E, Wester U, Bengtsson E, Wiegleb Edström D. Vitamin D levels after UVB radiation: effects by UVA additions in a randomized controlled trial. Photodermatol Photoimmunol Photomed. 2013 Dec;29(6):323-9. doi: 10.1111/phpp.12076. Epub 2013 Oct 30. [↩]
- M Wacker, MF Holick. Sunlight and Vitamin D. A global perspective for health. Dermatoendocrinol. 2013 Jan 1; 5(1): 51–108. doi: 10.4161/derm.24494 [↩]
- Chittari V Harinarayan, MF Holick, Upadrasta V. Prasad, Palavali S. Vani, Gutha Himabindu. Vitamin D status and sun exposure in India Dermatoendocrinol. 2013 Jan 1; 5(1): 130–141. doi: 10.4161/derm.23873 [↩]
- Moan J, Dahlback A, Porojnicu AC. At what time should one go out in the sun? Adv Exp Med Biol. 2008;624:86-8. doi: 10.1007/978-0-387-77574-6_7 [↩]
- Grigalavicius M, Moan J, Dahlback A, Juzeniene A. Daily, seasonal, and latitudinal variations in solar ultraviolet A and B radiation in relation to vitamin D production and risk for skin cancer. Int J Dermatol. 2016 Jan;55(1):e23-8. doi: 10.1111/ijd.13065. Epub 2015 Nov 6. [↩]
- Prasanna V Ashok Kumar, Panshak P Dakup, Soumyadeep Sarkar, Jinita B Modasia, Madison S. Motzner, Shobhan Gaddameedhia. Focus: Clocks and Cycles. It’s About Time: Advances in Understanding the Circadian Regulation of DNA Damae and Repair in Carcinogenesis and Cancer Treatment Outcomes. Yale J Biol Med. 2019 Jun; 92(2): 305–316. [↩]
- Dakup P, Gaddameedhi S. Impact of the Circadian Clock on UV-Induced DNA Damage Response and Photocarcinogenesis. Photochem Photobiol. 2017 Jan;93(1):296-303. doi: 10.1111/php.12662. [↩]
- Sarkar S, Gaddameedhi S. UV-B-Induced Erythema in Human Skin: The Circadian Clock Is Ticking. J Invest Dermatol. 2018 Feb;138(2):248-251. doi: 10.1016/j.jid.2017.09.002 [↩]
- Nikkola V, Grönroos M, Huotari-Orava R, Kautiainen H, Ylianttila L, Karppinen T, Partonen T, Snellman E. Circadian Time Effects on NB-UVB-Induced Erythema in Human Skin In Vivo. J Invest Dermatol. 2018 Feb;138(2):464-467. doi: 10.1016/j.jid.2017.08.016. [↩]
- Holick MF1. Environmental factors that influence the cutaneous production of vitamin D. Am J Clin Nutr. 1995 Mar;61(3 Suppl):638S-645S. doi: 10.1093/ajcn/61.3.638S. [↩]