En los talleres a menudo sale la duda de dónde se pueden encontrar recetas BLW. También cómo podemos hacer fingerfoods con alimentos que no se pueden cortar en forma de palito (como arroz, garbanzos, etc.). Hay muchas fuentes de recetas BLW (por ejemplo, me gusta mucho Sin dientes y a bocados de Juan Llorca y el recetario de Naturalwean) pero no son necesarias. Así que si estás descartando hacer BLW por no enfrentarte a esos retos culinarios, relájate! No son imprescindibles.
No hace falta correr
El bebé va evolucionando su capacidad de comer a su propio ritmo. Al principio, solo acepta en la boca la teta o tetina. Luego logra y quiere meterse sus manos. Luego logra y quiere meterse otros objetos pero el reflejo de extrusión impide que se los trague. Cuando está preparado para tragar, el reflejo de arcada los mantiene fuera de las vías respiratorias. Todo sigue un patrón progresivo pensado para que el bebé no haga algo para lo que no está preparado.
Siguiendo con esa lógica, si el bebé todavía no tiene la psicomotricidad fina suficientemente para coger un garbanzo y metérseloa en la boca, no hace falta que busquemos una forma de hacer palitos de garbanzo. Puede estar unas semanas sin comer garbanzos. Porque normalmente hablamos de días o semanas, no más. La cosa va muy rápido a estas alturas del desarrollo.
Al principio, mejor no procesar
Las verduras y frutas cortadas en forma de palito son una muy buena forma de pasar las primeras semanas de experimentación.
Los palitos, churros, galletas, tortas, hamburguesas, buñuelos y demás inventos para conseguir presentar alimentos pequeños en forma de palito, no sólo no son imprescindibles sino que a menudo tienen el mismo defecto organoléptico que las papillas: todos tienen sabor, textura y aspecto similares (porque la tendencia es usar siempre los mismos amalgamantes para lograr la forma deseada). Uno no se hace una idea del sabor del arroz cuando lo mezcla con huevo y harina.

Foto de DigitalMammoth en Shutterstock.
No quiero decir con esto que me parezcan mal esta clase de recetas. ¡Al contrario! Estoy muy a favor de saber hacer hamburguesas y patés vegetales, galletas caseras y todo eso. Pero al principio, es mejor limitarse a lo básico para que el bebé conozca la variedad de colores, sabores, olores, formas y texturas de los alimentos en su estado menos procesado.
El BLW lo han de disfrutar todos
Otro problema que he visto asociado a estas recetas es la frustración. Una persona se ha metido en un grupo de facebook y ha preguntado, ha comprado el libro que le han recomendado, lo ha leído y marcado algunas recetas que ha visto interesantes o factibles, ha ido a comprar los ingredientes para hacer pastelitos de alubia roja y algarroba, los ha preparado (y en algunos casos hasta habrá necesitado más de un intento) y luego resulta que el bebé solo los encuentra buenos para espachurrarlos.
Esto puede llevar a quien ha cocinado esos pastelitos a frustrarse. Esa persona ha invertido tiempo, esfuerzo y dinero en esa sesión de BLW y no la ha disfrutado en absoluto. Mejor habría sido que en su lugar, invirtiese 20 segundos en cortar un plátano, 15 minutos en observar a su bebé chupándolo o espachurrándolo o comiéndoselo y 5 en recoger el estropicio. De verdad que vale mucho la pena hacer un BLW sencillo y relajado porque es la mejor manera de disfrutarlo y de no entorpecerlo (solo tengo tiempo de hacer BLW el fin de semana, le doy siempre lo mismo porque es lo que sé que le gusta, etc.) Si te lo vas a pasar bien haciéndolo y no te va a saber mal que el fruto de tu esfuerzo acabe en la basura o en tu estómago, adelante. Pero si no, espera a que el bebé esté en una fase menos festiva y desaprovechadora. Espera a que haya probado suficientes ingredientes como para poder hacer rectas sabrosas que podáis disfrutar toda la familia.